Continuamos por donde lo dejamos y en esta ocasión no solo nos encontramos con soldados y ratas sino que aparecen mis amigos los jamones rancios...
Que puedo decir, me caen bien, son muy... "graciosos". Y no muy difíciles de matar afortunadamente. El único problema es que para cuando encuentro un sitio guay, en medio de un lago radioactivo, tiene que haber un monstruo de 3 cabezas con pico que si me da un toque me revienta... lo típico, vamos.
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